La noche del jueves el Festival Castell de Peralada (Girona) inauguró su 31 edición con la actuación del Béjart Ballet de Lausane, que reunió a los fervientes admiradores del genio marsellés del que se cumplen diez años de su desaparición. El flamante consejero de Cultura de la Generalitat de Catalunya, Lluís Puig, tampoco se perdió la velada.
La magia del escenario de Peralada da a las actuaciones de danza una dimensión añadida. La Luna estaba entre neblina, parecía un paisaje de un ballet romántico. Todo estaba preparado para vivir una noche inolvidable. Sin embargo, en esta ocasión el Béjart Ballet de Lausane no logró que la noche se convirtiera en única como paso hace dos años. Béjart no solo ideaba coreografías geniales , sino que también convertía a sus bailarines, especialmente a los hombres, en magníficos intérpretes con una personalidad escénica apabullante. El elenco masculino del Béjart Ballet de Lausane es muy joven. Sus miembros tienen técnica, pero no personalidad escénica. En cambio, el elenco femenino tiene mayor personalidad y fuerza, algo chocante, ya que en la compañía de Maurice la parte fuerte eran siempre los hombres.